Memorias de un Corazón Converso
- Ángel de la Cruz

- 1 sept
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Actualizado: 4 sept
Parte seis de una poesía dramática de corte religioso que consta de 10 diálogos entre el hombre y Cristo, intentando plasmar el afortunado encuentro entre el pecador y su Dios.

Por Ángel de la Cruz
Diálogo 6
Hombre
No entiendo tan divino actuar,
pero mi confianza toda te ofrezco
y por vuestro amor que no merezco
desgástese mi existir en amar.
Bastome tu palabra, mi Dios,
para cambiar mi agobiada faz
y todo transformose en paz
al sonido de vuestra dulce voz
Ahora que esto he padecido,
mejor, a Ti, puedo servirte
y no con mi duda humana herirte,
confiando en lo ya prometido.
Sostenido por el Pan y el Vino
en vuestra única Iglesia real,
donde desborda cual manantial
tan insondable amor divino.
Dignísimo sacramento y sacrificio fecundo,
que rejuvenece el misterio de la Cruz
que, elevada ante todos, nos da la luz
para no vagar errantes en este mundo.
Tomadme, pues, Eterno Rey
ya que en Ti he sido redimido
y a vuestro cuerpo estoy unido
en tu visible y mística grey.
Jesús
Alegrose mi Sagrado Corazón
al verte recreado en la gracia
y despojado de la humana falacia
de abandonarte Yo sin razón.
Observa perenemente mi Cruz
donde téngome triunfante clavado,
por mi querer y vuestro pecado,
llevándote de las tinieblas a la luz.
Y es tal, por ti, este mi amor,
que así he querido perecer
para que tú pudieras ser
en Mí, hijo pródigo de tu Creador.
Siendo por la Cruz salvadora
por la que están en el Pan y en el Vino
mi Sangre y mi Cuerpo Divino,
formado en el seno de la Corredentora.
Comúlgame pues, sin dilación,
en mi Iglesia que lo conserva,
de la verdad, depósito y reserva,
sin la cual no hay salvación.
Así podré tomarte de veras
y otorgarte eterna felicidad
dándote la suprema caridad
de que tú por Mí mueras.





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